jueves, 28 de julio de 2011

Correr: 20,09 Valle de Ordesa


Un año más voy a recorrer el Valle de Ordesa, la ida por la Senda de los Cazadores y la vuelta por la pradera.
Este año con el Garmin por fin podré saber las distancias exactas.
El día sale fresquillo, nublado, pero agradable para correr. A tomar el bus que sale de Torla y a la pradera. Tendría que haber calentado algo, pero las ganas me pueden y salgo ya a correr y empezar a subir en frío, por lo que se me hace muy duro.
Tras unos metros llanos, enseguida se pone vertical y correr a tramos y andar a buen ritmo el resto. No hay mucha gente así que hago pocos adelantamientos. Enseguida las pulsaciones se ponen a mil, pero no tengo prisa.
Se gana altura muy rápidamente



En algunos tramos es muy estrecho y expuesto y subo con cuidado. El ritmo de estos dos primeros kilómetros de subida lo dice todo: 15:48 y 17:30
Las últimas rampas duras:



Y en 41 minutos llego al mirador de Calcilarruego (km 2,6). Aquí la parada es obligatoria para disfrutar de las mejores vistas del Valle



Recupero aliento, bebo agua y me tomo una barrita y un gel, fotos de rigor y a empezar de nuevo. Este es el punto más alto de la ruta, todo lo subido en 2 kilómetros lo voy a bajar en 18. Ahora paso por la Faja de Pelay, con algunas zonas un poco más expuestas y con vistas de vértigo, así que con cuidadico.



Poco a poco va girando el valle. Tengo que parar de vez en cuando, porque si no, no estoy disfrutando del paisaje, esta zona la he pasado muy rápido.



Alguna suave subida y alguna zona de sombra, pero el poco sol que hay, da de lleno. Menos mal que el terreno está seco por esta zona, por que empiezan a caer gotillas y a mojarse todo.
Ya dejamos la vegetación y por zona pedregosa ya puedo ver la cola de Caballo.



Aquí se ve perfectamente a la derecha la senda que me lleva a la cola de Caballo que está al fondo, más abajo la pradera y abajo del todo las gradas de Soaso.



Llego a la cola de Caballo. 10 kilómetros justos. Está llena de gente, como es normal. Me paro en el río a mojarme los pies en la fría agua. A beber, nuevas barritas y a ponerme otra vez en marcha.



Ahora es más llano y puedo correr más a gusto. El problema es que hay mucha gente de aquí hasta el final.



Unas complicadas lazadas me llevan hasta las Gradas de Soaso.



Y ahora viene lo mejor del día: el descenso por el hayedo. El camino es ancho, algunas lazadas, no mucha piedra suelta y no muy empinado, a correr a gusto. De hecho el mejor kilómetro lo hago por aquí a 4:31.
Este año se nota que he mejorado, no he tenido ninguna torcedura de tobillo. Empieza a llover, pero la espesa vegetación impide que apenas caigan unas gotas, que se agradecen mucho.
Y llego de nuevo al parquing con un tiempo de 2h 30m ( sin contar paradas).
Bajo al río Arazas a mojarme, empieza a llover y a refugiarme satisfecho de una gran ruta. El perfil deja claro la dureza de los 2 primeros kilómetros, que me llevan hasta casi 2000 metros y el continuo descenso hasta el final.

jueves, 21 de julio de 2011

Correr: 22,02 kms



Hoy me apetecía dar una vuelta un poco más larga y con cuestas para seguir puliendo mi pésima técnica descendiendo.
La mañana sale fresca, cierzo pero sol. Este año parece que no tenemos verano.
Cojo la bizi, así me ahorro 4 kms y llego al parque del agua. Allí empiezo a correr, llego la rotonda de Juslibol y a subir a las antenas. Pese al viento de frente, subo bien.
Continúo el camino y el primer descenso lo tomo por el camino central de los varios que hay. Parece el más fácil, alguna piedra suelta, aún bajo con cuidado, pero bien.
Por una estrecha senda a la subida pedregosa que ya es ruta de la carrera del Ebro.
La subo bien y el descenso en zigzag a buena velocidad y sin incidentes. Tomo el camino de los galachos y a recorrerlos hasta la salida.



Media vuelta para recorrer otra vez los Galachos y paro en el centro de visitantes para comer una barrita, beber agua y probar otra cosa.
Decido ajustar un poco más los cordones de las zapas (sin pasarme) y hacer el lazo en el último ojal.
A ver si así no me baila el pie en los descensos como en la boca del Infierno.
Al principio se nota un poco justo pero enseguida se adapta el pie y la zapa y voy bien.
Vuelto a subir la rampa y desciendo bien por el camino pedregoso.



Nueva subida por la estrecha senda hasta las antenas y a descender.
El primer tramo es pedregoso, más técnico pero sin complicaciones y el segundo es de tierra fina y muy empinado, y el miedo que tengo siempre es de resbalar con las piedrecillas. Además sopla el cierzo a favor y se toma mucha velocidad.
Procuro hacer rápidas zancadas, que el pie esté lo menos posible en el suelo para no patinar y esta vez si que desciendo sin frenarme y a buena velocidad.
Llego a la rotonda y al parque y como me encuentro bien, y con muchas ganas, no cojo la bizi y hago el resto de recorrido corriendo.
Las zapas se han portado muy bien, así más ajustadas, excepto las plantillas pésimas de las Adidas que ya se han estropeado, se ha formado una arruga y casi me hace ampolla. Lo peor sin duda de las zapatillas Adidas.
Bueno, último test antes de las etapas Pirenaicas que tengo previsto para la próxima semana si el tiempo lo permite.

domingo, 10 de julio de 2011

Crónica VI carrera por montaña Boca del Infierno



El sábado camino a los Pirineos, tomo una gran decisión. Decido parar en el Decathlon de Huesca y comprarme un botellín con funda para la mano. Todo un acierto para lo que me espera.
En Echo recogí ya el dorsal (109) y asistí un poco a la charla técnica y así ver un poco lo que me espera.
Por la noche (duerno en Ansó) se ven rayos.
Por fin llega el domingo. Por Ansó no ha llovido, pero al llegar al valle de Echo nos espera una espesa niebla. Mucha humedad. El río baja rojo de barro, síntoma de que aguas arriba ha caido una buena tormenta. Por la Selva de Oza parece que ha llovido también. Para complicar un poco más la cosa.
Mucho nervios antes de la salida y sobre todo cuando se corre una carrera por primera vez.
Puntuales se da la salida


Se da un rodeo y se empieza a subir. Enseguida se estira el pelotón. Mejor para correr un poco más cómodo. Nos adentramos ya en una estrecha senda y a subir.
La tónica de todo el día es: subir-bajar, apenas hay metros llanos.
Cruzanos un par de arroyos, no muy crecidos. Los caminos están húmedos, piedras, hojas, todo muy resbaladizo y complicado.

Entramos en una zona muy sombría, tanto que con las gafas de sol apenas veo nada. Para rematar, con tanta humedad se me empañan y voy ciego. Mis gafas son graduadas, pero tengo que tomar la decisión de llevarlas en la mano. Ahora hay un descenso muy técnico y precisamente lo que no tengo es técnica.
Aquí me junto con jenrry, que también coincidimos en la Media de Cariñena.
En los descensos me adelanta, pero en los ascensos le adelanto y así vamos varios kilómetros.
Ya veo cual va a ser mi táctica durante el resto de carrera: En los descensos ir despacio y con cuidado y en los ascensos y "llanos" a recuperar tiempo.
El ritmo es bajísimo, ya que las subidas se hacen andando. Es imposible correr, los kilómetros se hacen en 8, en 9 en 10 y hasta en 11 minutos.
En el Km 9 empezamos a subir a Gabardito. Dejamos una senda estrecha ya ya por otra más ancha y cómoda para correr llegamos al punto más alto 1460 metros.
Pese al palizón de subir tanto, me encuentro bien.
Los avituallamientos son contínuos, yo solo paro para rellenar el botellín y todo el rato a beber pequeños sorbos. Menos mal, porque la sudada ha sido impresionante.


Y empieza lo que más miedo tenía: el descenso de Gabardito.
Pero este descenso es mucho más sencillo que los anteriores. Senda amplia (al final ya se estrecha) no muchas piedras y sin mucho desnivel. Pese a todo sigo bajando con cuidado.




Recorremos un pequeño tramo de asfalto y las piernas se notan cargadísimas después de tanto sube-baja.
Y se empieza la calzada romana. No me la esperaba tan dura. Muy empinada, así que andar y lo peor que daba el sol de lo lindo.
Aquí tengo un bajón, pero miro a mi alrededor y veo el paisaje y me doy cuenta de que estoy haciendo lo que más me gusta en el lugar que más me gusta, así que empiezo a correr de nuevo.
Otra dato para tener en cuenta para otras veces es la zapa. En los descensos el pie tiende a ir a la parte delantera de la zapa y si no están muy bien atadas el pie luego va bailando dentro, como me ha pasado. Muy molesto, pero menos mal que al final no me han salido ampollas.
Nuevo descenso. Las piernas ya van flojas así que más cuidado todavía.
En el puente de Sil, Km 20 volvemos a recorrer los primeros kilómetros pero en sentido contrario. Ahora me parece más estrecha aún la senda. Me quedo solo. Nadie por delante y nadie por detras. Menos mal (gracias a la organización una vez más) que está muy bien señalizado todo el rato y no me pierdo. Nueva subida dura.



Sigo solo, paso un puente, los dos arroyos y por fin llego a la pradera y veo la meta.



Tiempo final 3 h 23 min 05 seg, consigo bajar de las 3:30 que por los tiempos de los corredores del año pasado, era mi objetivo.



La media ha sido ni más ni menos que de 8:26 el kilómetro.
Distancia: 24,10
Ascenso: 1.611,9 metros

Si tuviera mejor técnica en descenso o menos cuidado el tiempo hubiera sido bastante mejor, porque en los pocos tramos llanos o en ligera subida, he corrido muy a gusto.
Grandísima carrera, perfecta organización, impresionantes paisajes... El perfil ya dice la dureza del recorrido.

martes, 5 de julio de 2011

42,195

42,195, es una medida de distancia que para los corredores significa la Meca. Hay que estar allí por lo menos una vez en la vida.
Cuando se empieza a correr se ve como algo solo al alcance de superhombres, muy muy lejano e inaccesible.
Pero van pasando los meses y años de entrenamiento y un día esa meta se ve un poco accesible, y se toma la decisión: Voy a correr e intentar acabar una maratón.
Y se corre y se acaba como sea, y ya estás enganchado. Luego a correr otra, a tener una buena marca, a intentar mejorarla, a correr esa maratón tan famosa, a conseguir acabar 10 maratones, intentar llegar a las 50 a las 100, empezar a plantear ultramaratones....
Hoy para mi, 42,195 no es una medida de distancia, sino una medida de tiempo.
42 años y 195 días.
Pensaba regalarme la maratón extrema de Belchite, pero hay que ser realista y conocer los límites de cada uno, así que me regalé las pruebas del sábado y domingo y para este domingo que viene, una que me apetece mucho, la Boca del Infierno. Que masoca, salgo de la extrema y me meto en el infierno.
Hoy trotaré un poco, mañana un poco de bici y el jueves otra salida tranquililla y el fin de semana a la Selva de Oza.

domingo, 3 de julio de 2011

Crónica 8ª Desértica Extrema Belchite 2011. Día 2



Por la noche, según lo previsto, ha caido una tormenta, pero no se ven charcos.
Llegamos a Belchite a las 7,30 a recoger el dorsal de Rafa. El ambiente es raro, ya marca 22º, está nublado, amenaza tormenta...
A las 8,30 (con algo de retraso) salen los de la maratón (no les envidio nada, jeje) y puntual, a las 9 un bus nos lleva a la Puebla de Albortón.
Se despeja, ni una nube y empieza a amenazar con ser un día torrido.
Veo pasar a los primeros de la maratón entre ellos Rafa, el 15 o 16, muy bien.
Ya en la plaza de la Puebla de Alborton, muy hidratado, esperamos la salida.



Se sale despacio, rodeamos el pueblo y enseguida ya tomanos una pequeña senda. Vamos despacio en fila india, así que estos kilómetros me los tomo de calentamiento.
La senda poco a poco se va empinando, hasta el final que casi hay que trepar con las manos.
Giro y por la arista de unas colinas vamos descendiendo con cuidado.
De nuevo a la Puebla de Alborton y por fin ya por camino llano.
Vamos hacia la Foz de Zafrané, lo más bonito de la ruta. El calor ya hace estragos. Muchos ya van andando y pese a ir a un ritmo muy lento, no paro de adelantar a gente.
Sopla un poquillo de aire que se agradece mucho.
Descenso y segundo avituallamiento: a regarme la cabeza



Tomamos ya la antigua vía del tren. Recta interminable de tierra-polvo blanca que refleja aún más la luz y acentúa la sensanción de calor.
Pese a que el perfil tanto de la organización como el que me ha dado el garmin indican que vamos en descenso, para mi que ibamos todo el rato subiendo, se veía la fila de gente a lo lejos y en alto.
Menudo efecto óptico.



Nuevo avituallamiento y medio botellín a la cabeza y medio a beber. A partir de aquí procuro llevar siempre un botellín en la mano e ir hechando pequeños sorbos poco a poco. ¿cuantos litros de agua habré bebido hoy?
Mi ritmo es bajo, voy muy conservador, y por eso las sensaciones son mejores que las del año pasado. Por aquí ya iba fatal y hoy sigo corriendo tranquilamente, eso si, muy concentrado en la música para evitar pasar un bache.
El sol cada vez aplasta más.
Me obligo a tomar un gel y una barrita, pero no me apetece nada.



En el km 18 parece que ya llegamos a Belchite, pero no, giro a la izquierda y nos vamos alejando. Aquí ya empiezan las malas sensaciones.
La zona de los olivos se hace muy dura y tengo que andar un poco para recuperar aliento.
Ya se ven las primeras casas y llego a meta con un tiempo de 2:17:27. Distancia 24,10 kms.
Este año el sol nos ha castigado pero bien. Me ha salido un ritmo muy lento, 5:30, frente al 4:53 del año pasado. Quizás he sido demasiado precavido y reserbón, pero por lo menos no he sufrido mucho.
Allí me espera Rafa que me dice que ha llegado el 7º de la maratón y ni mas ni menos que el segundo de su categoría, Menuda pasada!!!
A beber, a beber, a la reparadora piscina y esperar un poco al reparto de trofeos.

Clasificación:
General Hombre opción E (sabado-domingo) : 10º de 30 tiempo total 3:00:28
Veteranos A hombres opción E (sábado-domingo): 5º de 15

sábado, 2 de julio de 2011

Crónica 8ª Desértica Extrema Belchite 2011. Día 1



El día promete. Como me gusta, calor no excesivo (33º), un poco de aire y despejado.
Llegamos a Valmadrid a recoger el dorsal (111, que bonito). Vamos a un bar a tomar un café y disfrutar del peculiar ambiente de este pueblo.



No hace falta calentar mucho, el ambiente ya es tórrido. Doy unas vueltas y pruebo un par de veces la primera rampa de salida del pueblo.
Este año la fuente si que funciona así que viene de maravilla el mojar la gorra.


Esto lo hago yo a la pata coja

Y se da la salida, voy de los primeros, muy raro y nadie tira fuerte, salimos del pueblo y en la primera rampa esto ya se estira.
Voy a mi ritmo y empieza a adelantarme gente. Espero a que lleguen las buenas sensaciones, pero no llegan.
Una nube cubre el sol. Menos mal: me gusta el sol, pero hoy lo odio.
No sé que tiene esta carrera, pero es así. Es corta y tampoco ha hecho mucho calor (he hecho estos días tiradas mucho más largas y con más calor) pero no me encuentro bien en ningún momento. Voy como ahogado. Tengo ya sed desde casi el principio y eso que bebido bastante.
Las pequeñas cuestas se hacen muy duras y las pulsaciones se me disparan.
Las piernas y la cabeza me dicen: tira, tira que vas muy lento.
Los pulmones y el corazón me dicen: no puedo, no puedo, guarda para mañana.
En la zona de descenso, alguien se equivoca y todos le seguimos y nos metemos por una zona de zarzas y tomillo que nos llena las piernas de arañazos. Algunos saltos complicados y casi andando en algunos momentos para no tener ningún incidente.
Luego a la zona de tierra de sembrados. Mucha tierra, casi arena y los pies que se hunden. Las zapas se llenan de piedrecillas (para otro año está claro que para esta etapa, calcetines con polainas).
Volvemos a un camino y en descenso pero es que no. Sigo ahogado. El avituallamiento este año está un poco más lejos en el 6. Medio botellín a la cabeza y otro medio a la boca. Parece que me da un poco de alas pero dura poco.
Luego dura cuesta (el año pasado la hice corriendo) pero que no hay manera, tengo que hacerla andando (prácticamente todos van andando por aquí), ya solo pienso en mañana, en reservar todo lo que pueda.



Ya se ve Valmadrid y por asfalto ya hacia la meta.
Llego con un tiempo de 47 min 57 seg y muy muy agotado !!pero si son solo 10 kms¡¡¡.



Me bebo todo lo que tengo a mi alcance. Tengo que recuperar rápidamente para estar mañana en condiciones.


Heridas de guerra: No se ve muy bien pero tengo las piernas llenas de arañazos


Con Abuelorunner y Rafa que mañana correrán la maratón (más que una maratón) Mucha suerte!!!!!!

Excecente organización, y muy buen ambiente

A ver mañana que día sale. Por lo menos parece que no hará mucho calor y puede que esté nublado, pero vamos que va a ser un día duro. Riesgo de tormentas pero serán por la tarde. Esperemos que esta noche no le dé por llover y llenar todo de barro para mañana. Me voy a dormir.